Moda en Argentina
Con
el nombre de moda de Argentina se refiere, en su significado más
amplio, a elecciones o, mejor dicho, un mecanismo regulador de
elecciones, realizadas en función de criterios subjetivos asociados al
gusto colectivo argentino.durante todos los siglos. La moda son aquellas
tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y
maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de las
personas. La moda en términos de ropa, se define como aquellas
tendencias y géneros en masa que la gente adopta o deja de usar. La moda
se refiere a las costumbres que marcan alguna época o lugar
específicos, en especial aquellas relacionadas con el vestir o adornar.
Historia
Durante el periodo colonial la Argentina tiene la mirada puesta en
Europa y, a los efectos de ser más específicos, intenta imitar, sobre
todo a Francia y España. La clase influyente de entonces se viste
copiando la moda de Paris aunque Buenos Aires estaba muy ligada a
España, desde donde llegaban todo tipo de noticias, incluidas las de
moda. En 1837, apareció el periódico ´La Moda´, que divulgaba las
distintas usanzas en nuestro país y en el cual escribía Juan Bautista
Alberdi. Tiempo después, comenzaron a llegar modistas y sastres de
España y Francia, y hacia mediados del siglo XIX ya se podían conseguir
en estas tierras revistas como la española ´La Moda Elegante´, que
incluía moldes detallados e indicaciones precisas para confeccionar
distintos tipos de prendas, bordados y manualidades. Es en Inglaterra
donde tiene lugar desde 1750 a 1860 la Revolución Industrial; la nueva
moda, tras la ruptura con el antiguo regimen, es menos ostentosa, los
colores son claros, el corte típico de los vestidos es el llamado corte
princesa, debajo del busto. En cuanto al calzado, los zapatos de la dama
suelen ser de tela, hechos a mano y en algunos casos, llevan uno que
otro bordado. Esto se produce gracias al aumento de la población, que
proporcionó mano de obra abundante y barata. Toda la economía se basaba
en ese momento en la lana y en los tejidos de algodón que se fabricaban a
partir de la materia prima recibida de Estados Unidos a cambio de
esclavos africanos. Paralelamente al desarrollo industrial textil,
aparecieron en Inglaterra nuevos tejidos de lana y algodón que
convirtieron a Londres en el centro de la moda masculina. El acelerado
desarrollo de la industria textil va a generar un fenómeno nuevo hasta
entonces: la moda.
Moda Argentina desde 1845-1914
Particularmente durante este periodo la moda regreso, reinventó y
transformó estilos anteriores -Directorio (fines del siglo XVIII); Moda
Burguesa (1830-1840); Neo Rococó (1840-1850) -, en un juego de
apariencias. Esta selección de modelos pretende responder a la famosa
frase de Coco Chanel: “La Moda pasa pero el estilo perdura”. Los cambios
tecnológicos ocurridos a mediados del S. XIX como la invención de la
máquina de coser en 1840, ponen a disposición de los diseñadores
tecnologías y materiales novedosos que renovarán la vestimenta. La moda
en los años 20 Después de la guerra de 1914, nada fue igual. La sociedad
cambió. Un nuevo estilo de vida fue adoptado, sobre todo, por las
mujeres, que ingresaron de lleno en actividades fuera de casa. Un estilo
nuevo necesitaba una respuesta diferente en cuanto a la moda. Los
grandes referentes de la alta costura lograron atuendos funcionales que
cambiaban, según las circunstancias, telas, avíos y adornos. Del
práctico jersey al creppe de chine de seda natural bordada con cascadas
de pedrería. Este período es conocido como “Los Vibrantes Años 20” y
abarca desde la terminación de la guerra (1918) al crack de la Bolsa de
Nueva York (1929). Las expresiones artísticas, las influencias exóticas
(China, Japón, Egipto, Rusia) y el culto del jazz de los afroamericanos
inciden sobre la vestimenta. Las jóvenes lucen siluetas andróginas y
delgadas, con cabellos cortados a la garçon, pestañas cargadas de kohol,
lápiz de cejas negro, boquitas pintadas y colorete. Desenfadadas,
liberadas, ríen y bailan, fuman y muestran las piernas. El vestido cae
recto desde los hombros, la cintura se traslada a la cadera y las faldas
se acortan tres veces en el periodo. Las telas mórbidas (satén y rayón)
cambian la lencería que se adaptan a los nuevos diseños. La noche
brilla y tintinea al ritmo del Charleston mientras las jóvenes juegan
con sus largos collares y se disponen a vivir su propia vida.
La moda en los años 30
La figura femenina continuó siendo delgada como en los años 20, pero
adquirió otros contornos y recordaba a las figuras griegas. Se cambio la
línea recta y sin marcar la silueta por otra más delineada y femenina.
El talle, estrecho, se realzó, sobre todo en el caso de la moda
cotidiana, con cinturones angostos de cuero o de la misma tela que el
vestido. Las polleras se ciñeron a las caderas, y muchas veces,
presentaban un movimiento oscilante debido a su forma acampanada. El
corte al bies, los drapeados y los recortes eran muy importantes para
conseguir esta forma. El largo de la pollera era entre la rodilla y la
pantorrilla. La parte superior del vestido, también estrecha, se adhería
bastante al cuerpo, y las mangas eran angostas. Los vestidos de noche
solían llegar hasta el suelo y, a veces, terminaban en una pequeña cola,
dando a la mujer una apariencia majestuosa. Se abandonan, casi por
completo, los carísimos bordados de pedrería de la década anterior por
los cambios en la economía mundial, y se usan telas laminadas (lamé) o
con brillo, como el raso y el satín. Paulatinamente, fueron apareciendo
las sedas artificiales, como el rayón. En 1934, surgieron las primeras
telas elastizadas o de látex que abrieron nuevas posibilidades en la
confección. En los años 30, y junto al vestido, se impusieron los
trajecitos y la combinación de pollera y blusa porque resultaba muy
práctico durante el día, sobre todo en el caso de las mujeres que
trabajaban en una oficina. A finales de la década, la linea de la
indumentaria cotidiana se volvió mas seria y funcional. Esto estaba
condicionado, sin duda, por la escasez de materiales a causa del
comienzo de la Segunda Guerra Mundial y también por la influencia de la
ropa militar. La moda durante la segunda guerra mundial Hacia fines de
los años '30, los adornos del vestido se simplificaron y se alcanzó el
estilo que perduraría durante los años de la guerra. La pollera volvía a
ser más corta cubriendo justo las rodillas. También era más estrecha y
daba un aspecto de seriedad. Contribuían a transmitir esta impresión,
las chaquetas y tapados con grandes hombreras y cinturones que daban a
la figura femenina gran empaque, pero masculinizaban la silueta
reflejando el estilo militar de aquellos años. A esto se sumaban las
plataformas que se habían añadido a zapatos y sandalias de vestir y de
calle. Hubo una creciente escasez de materiales y muchas mujeres
debieron arreglar su propia ropa; la alta costura se estancó. Muchas
firmas debieron cerrar. Para la consumidora media lo más importante era
saber trucos que le permitieran reformar el vestuario que poseía y
alargarle la vida. Deseaba saber cómo se podría arreglar un vestido
viejo para seguir llevándolo o cómo adaptar un abrigo femenino de una
chaqueta de caballero. Tiempo después, estas habilidades seguían siendo
de vital importancia para toda mujer que tuviera presente la moda, pero
no dispusiera de medios para comprarla.
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